Tras conocerse la muerte del Papa Francisco, ocurrida a los 88 años por un derrame cerebral durante la madrugada del pasado lunes, viene al recuerdo su histórica visita a Morelia en febrero del 2016.
En esa ocasión, estando Michoacán bajo fuego por la guerra de grupos criminales que buscaban reacomodo después del paso de las autodefensas (2013-2014), el máximo jerarca de la Iglesia católica hizo un llamado a los jóvenes para no convertirse en sicarios.
“Ustedes son la riqueza y esa riqueza hay que transformarla en esperanza. Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser sicarios”, expresó ante unas 50 mil personas reunidas en el estadio Morelos aquél 16 de febrero del 2016.
El obispo de Roma les dijo que “es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico”, y les pidió que nunca dejaran de soñar.
Desde entonces ha pasado casi una década y el mensaje del Papa parece no perder vigencia frente a las prácticas del crimen organizado para seguir reclutando jóvenes y convertirlos en sicarios, no sólo en Michoacán sino en todo el país.
Fue aquella visita la primera que un Papa ha realizado en Michoacán en toda su historia.
Aparte del estadio Morelos, el Papa Francisco hizo otras dos escalas: el estadio Venustiano Carranza, donde dirigió un mensaje ante unas 20 mil religiosas y sacerdotes, y en la Catedral, donde estuvo apenas unos instantes para luego partir sobre la Avenida Madero rumbo al coloso del Quinceo.
“Michoacán te recibe con el alma”, decían los espectaculares que fueron colocados por el gobierno en toda la ciudad para recibir al primer Papa latinoamericano.