Con 11 años, ni desaparecida ni secuestrada; andaba “de luna de miel” en la playa


Por Juriath CervantesL.

Morelia, Michoacán (14 Feb 2019).- Apenas es una puberta de 11 años, pero gritó a todo pulmón: ¡ya soy toda una mujer!. 
Los desplantes de aquél episodio doméstico traspasaron las paredes de su casa y se escucharon en los hogares vecinos. 
Desapareció en enero de su casa, al poniente de Morelia. Su familia la reportó dos días después de la última vez que la vio. Quizá pensaba que regresaría, pero no, ¡y cómo!, si ella andaba de luna de miel. 
Se fue a la costa, a Lázaro Cárdenas. La familia decía que la habían raptado, como a muchas otras chamacas que reportan con la Alerta Amber. 
Los vecinos dicen que se la pasaba con el novio. La Unión Mexicana de Mujeres la agarró de bandera política para exigir al gobierno estatal que atendiera “la recurrencia de denuncias públicas y señalamientos de desapariciones e intentos de privación ilegal de mujeres en Morelia”.
El descrédito a las instituciones no paró. Claudia Vázquez, secretaria de esa organización fue más allá y afirmó que lo que han dicho las autoridades de que los presuntos casos de intento de secuestro y secuestro consumado de mujeres y niñas en Morelia son una falsa alarma.
Alertó, que la unión que ella encabeza “tiene conocimiento de por lo menos un incidente”: el de la niña-preadolescente de 11 años que se reportó el 18 de enero del año en curso como desaparecida y que detonó todas las alertas posibles.
Acusó que las autoridades, la Procuraduría de Justicia del Estado, no estaban ni siquiera investigando el caso. Así, sin más, descalificó el trabajo que por proceso debe seguir la institución competente.
Este jueves la chamaca fue encontrada, sana y salva, en una comunidad del puerto de Lázaro Cárdenas, allá donde, con su novio de 19 años -mayor de edad, por cierto-, se fue a montar su nidito de amor, el mismo que los “pinches policías” destrozaron.
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El día 18 de enero, los padres de D.S.M.H., denunciaron ante el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada, la desaparición de la menor.
Dijeron haberla visto por última vez el 16 de enero, cuando salió de su casa ubicada en el fraccionamiento Villas del Pedregal, con la finalidad de ir a la escuela; sin embargo, nunca asistió, desconociéndose desde ese momento su paradero.
Por ella, como por todas las personas que son reportadas así, se activó el protocolo de búsqueda de Alerta Amber.
Había elementos que hacían suponer que su integridad estaba en peligro; por lo que, además, se implementaron intensos operativos en diferentes puntos de la ciudad y se compartió información vital que permitiera obtener datos para su localización.
La familia del novio dijo desconocer su paradero. Hasta dijeron que no andaba con su hijo, un chamaco que, como ella, abandonó la escuela; ni la secundaria terminó.
Los investigadores siguieron la ruta. Ni la familia de ella ni la de él, aportaron mayores datos. 
Los vecinos sí ayudaron, y ahora que regresó, se sorprendieron mucho cuando la escucharon gritar, enojada, cuando reclamó que era su vida, y el ¡ya soy toda una mujer!. No podían creerlo, compartieron con esta reportera.
La encontraron, feliz de ser “toda una mujer”, a sus escasos 11 años, cuando apenas empieza la pubertad, la preadolescencia. Cuando sus senos y sus caderas, aun no terminan de desarrollarse, Ella se autoproclamó la más feliz e independiente y señaló con su infantil dedo a la “pinche policía” que destrozó sus sueños.
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La encontraron en Caleta de Campo, a más de 300 kilómetros de distancia. En las playas del Pacífico.
La aseguraron y la trajeron a Morelia. Hizo su berrinche, uno de niña, porque eso es lo que es, pero ya le advirtió a todos que nadie la va a detener en el camino que encontró hacia la felicidad.
En el 2018, la Procuraduría de Justicia en el Estado registró 514 reportes de desapariciones: 143 son de alerta Alba, es decir de mujeres mayores de edad, y 124 son Amber, donde hay presunción de peligro.
Otros 247 son Pre Amber. Es el reporte que se hace de manera interna, cuando se tienen confirmación e indicios claros que la “víctima” salió por su voluntad y el lugar donde, presumiblemente, se encuentra.
En lo que va del 2019, los reportes ascienden a 73: 27 Alba; 16 Amber y 30 Pre Amber. 
En ambas estadísticas, del 2018 y el presente año, más del 90 por ciento de los casos fueron desactivadas las alertas, tras encontrarse a las reportadas como desaparecidas. 
En ninguno de los reportes recibidos se trató de casos de trata de personas o de la “ola” de secuestros de mujeres y niñas que reportó la Unión Mexicana de Mujeres, y otros personajes que han viralizado dichas versiones en redes sociales, generando pánico e indignación en grupos sociales.

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