“Apaga” masacre en Coatzacoalcos la vida de joven DJ


Staff/Reportero

Morelia, Michoacán (29 Agosto 2019).- Se hacía llamar DJ Bengala, y era famoso en centros nocturnos de Veracruz y Puebla. Pero su música, como su vida, se apagaron con la masacre en Coatzacoalcos, Veracruz.
Conforme pasan las horas, comienzan a aflorar las historias de vida de las 28 víctimas mortales que cobró el ataque en el bar Caballo Blanco, la noche del pasado martes.
Una de ellas fue la de Erick Enriquez, el animador que laboraba en el bar.
Junto a su consola, ésa con la que amenizaba cada noche la fiesta, solía tener unas botellas de tequila 100 Años, micrófono, libreta, lapicero, y una imagen de la Virgen de Guadalupe.
En la libreta anotaba el nombre artístico de las bailarinas del bar, quienes desfilaban a lo largo de la noche en el centro de la pista: Kasandra, Nina, Coral, Nicky, Tibetana, Monse, Candy…
“Que tu día y tu noche se vista de alegría y esperanza… porque las bendiciones de Dios estarán siempre contigo!!”, fue su último posteo en la cuenta que manejaba de Facebook, horas antes de la matanza.
A las 22:00 horas del martes, al menos cuatro sujetos armados ingresaron al lugar, sometieron a los únicos dos guardias y después rociaron gasolina en la barra para enseguida prenderle fuego.
En su huída, realizaron diversos disparos contra el personal y clientes. Luego atrancaron por fuera las puertas, dejándolo a todos atrapados en esa “caldera”.
Entre los cadáveres, las autoridades localizaron los restos de DJ Bengala.
Apenas una semana antes, el 20 de agosto, había celebrado su cumpleaños. Y lo presumió en sus redes, donde aún pueden observarse fotos del pastel, globos y mensajes que le dedicaron su esposa y su pequeño hijo.
Agradeció a todos, por las muestras de afecto. Incluyendo “a mis compañeras y compañeros del medio artístico (Del Caballo Blanco”, pero en especial -así lo anotó- “a Dios, a mí Virgencita de Guadalupe y a mi esposa por hacer de mi cumpleaños el mejor de todos!!”.
No sabía que sus horas estaban contadas, y que la mezcla de sus canciones llegaba a su final.
Menos lo podían haber presagiado sus amigos, como aquél que le deseó en su último cumpleaños larga vida.
El “muchos años más carnal”, no se cumplió. Los sicarios quemaron su cuerpo y sus sueños.

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